miércoles, 15 de marzo de 2006

Llegar 5 o 10 minutos tarde

No saben lo mucho que ha significado para mi que mi actual tutor del PFC me llamase al móvil porque se iba a retrasar unos 10 minutos, sobre todo cuando el anterior me llegó a tener esperando hasta 2 horas.

La verdad es que muchísimas personas, muchas más de las que personalmente desearía, menosprecian el valor de unos 5 o 10 minutos, cuando para otros quizás sea bastante importante, como mínimo podrías estar haciendo otra cosa menos absurda que mirar de un lado a otro a ver si por fin aparece. De sobra se sabe que siempre puede surgir cualquier imprevisto que nos retrase, pero yo me refiero a las personas que por norma llegan tarde, es más, hasta nos extrañamos cuando un día llegan temprano.

Su defensa se basa en que no podemos vivir con tanto estrés, que tenemos que tomarnos la vida con calma, que un día nos va a dar algo... todas ellas cuestiones interesantísimas que con agrado nos encantaría tratar, pero por favor no nos hagan esperar para ello.

No hay comentarios: