miércoles, 30 de septiembre de 2009

De ruta con el GM El Calvario

Parece que por fin encontré la horma de mi zapato.

El pasado fin de semana, Juan Carlos del GM El Calvario, nos llevó de ruta por Tejeda, el Sajón de Chapí, el Bco. de Crespo, el Canal de Valsendero, Carpinteras, Troyanas, la Laguna de Valleseco y Teror.

Es un auténtico lujazo poder disfrutar de sus irresistibles aventuras, y lo mejor es que además el grupo te integra con suma facilidad, ayudándote así a sentirte cómodo desde el primer minuto.


Mi gurú del senderismo nos describe mejor que nadie los detalles de la ruta en su crónica del día.

martes, 29 de septiembre de 2009

De viaje por Asturias y Cantabria

Casi un mes sin publicar absolutamente nada, y mira que ha llovido... así que no hay excusas: ¡pilas a la obra!

A principios del mes, en otro de nuestros ya tradicionales viajes, Timón, Pumba, Campanilla y yo nos fuimos diez días para Asturias y Cantabria a disfrutar de las maravillas de la naturaleza intentando convertir cada día en una aventura.

El mismo día que llegamos, y para ir entrando en calor, hicimos una pequeña ruta de senderismo por Somiedo, la Ruta de Castro, vislumbrando así la enorme belleza e inmensidad del lugar.

En días sucesivos pudimos disfrutar de la Senda del Oso en bici, de un interesante y en ocasiones tenso día de escalada en Quirós, y de los 24 kms. de la merecidamente famosa Ruta del Cares con sus impresionantes desfiladeros.



También visitamos los lagos de Covadonga, así como su cueva y su basílica, nos dimos un bonito paseo a caballo, con Rumbo y el entrañable Chocolato entre otros, nos relajamos en Las Caldas Villa Termal y nos dedicamos al piragüismo por un día, haciendo el descenso del río Sella.



Ya en Cantabria nos apuntamos a la visita de aventura en la cueva del Soplao y nos fuimos "de safari" al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, entusiasmándonos especialmente con el espectáculo de la aves rapaces, además de visitar maravillosos pueblos como Santillana del Mar, Comillas o San Vicente de la Barquera.



Por aquello de que todo depende del color del cristal con el que se mira, "lo mejor" fue que en la maleta se nos colaron dos amigos que han resultado ser dolorosamente fieles, gripe y gastroenteritis, impidiéndonos hacer, entre otros, el barranquismo y la espeleología, lo que unido a un sueño, el Picu Urriellu, nos hará volver pronto, o eso espero... ;o)

Por último, les dejo otra versión de los mismos hechos, y tampoco quisiera permitirme el error de olvidarme del mejor alojamiento en el que he estado jamás: el Balcón de los Picos de Europa, y de sus insuperables anfitriones Fefi y Manuel, y si creen que exagero tan sólo tienen que consultar estas otras impresiones.