Desafortunadamente el próximo martes se nos vuelve a casa nuestro amigo y entrenador.
Con sus ganas, su ímpetu y su pasión por el fútbol americano hemos aprendido y crecido más en unos pocos meses que en bastante tiempo atrás, hemos entrenado mucho y practicado muchísimos ejercicios, pero sobre todo hemos cambiado nuestra perspectiva, hemos ampliado nuestros horizontes y nuestras metas. Él ha sido nuestro gigante, sobre cuyos hombros nos hemos apoyado.
Desde aquí darle las GRACIAS de todo corazón, espero que encuentre la paz y la felicidad que anda buscando y que desde luego merece. Ahora tenemos que conseguir que él se sienta tan orgulloso de nosotros como nosotros lo estamos de él.
Hasta siempre David.
Barranco de La Cochina - Meeting Eduardo Gomez
Hace 3 años
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