Otra de las muchas maravillas que esconde mi amada isla Gran Canaria.
Después de haberme dado literalmente la vuelta cuando la semana pasada estuve a puntito de tirarme a la piscina, ayer volvimos lo suficientemente equipados como para no tener excusas y disfrutar, a pesar del acongoje generalizado, de una nueva experiencia de vida: lanzarme al vacío, sin red aunque con agua... ;o)
Las fotos no hacen verdadera justicia a la intensa mezcla de sensaciones padecidas, pero sí son una buena muestra del maravilloso entorno y de los miedos a los que te tienes que enfrentar:
Gracias como siempre a mi gurú del senderismo y al señor de las fotografías, y en esta ocasión a nuestra estrella invitada, el sr. Alfonso.
viernes, 5 de febrero de 2010
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4 comentarios:
Que rato más bueno pasamos. Espero que vayamos nuevamente, dentro de poco. La foto de tu saltó es una de las más que me gusta. Hasta la próximaaaa. Saludosssss ;)
Tres de las cuatro fotos que puse en mi blog son las mismas jajaja Y eso que lo había visto antes. Pero fueron las que más me gustaron también. Que pena que no tuve una buena foto de un salto como el tuyo, habrían sido todas similares al final jajaja. Saludos.
Pero como son estos dos niños, me alegra q se lo hayan pasado tan bien.
David llego a casa como un niño el día de reyes.
Me encanta ver como disfrutan tanto de la naturaleza como de esa bonita amistad.
Un beso.
¿Sólo como un niño? Y hasta poco fue... ;o)
Con mi gurú, hasta que él o la muerte nos separe... :P
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