Por fin, después de dar algo la lata, y gracias a nuestro buen anfitrión, conseguimos juntarnos algunos compañeros de trabajo, y las respectivas familias, en el idílico, y ese día también abrasador, pueblo de Valsequillo.
Iniciamos el día en la piscina municipal, con su zona de hidroterapia, su jacuzzi y su piscina de chapoteo con hamacas incluidas, para luego almorzar en el restaurante que hay junto a la cantina del campo de fútbol, donde recuperamos las fuerzas consumidas y disfrutamos de la alegría y, sobre todo, el buen hacer/cocinar de su personal.
Por último, degustamos un exquisito nespresso, más de una vez ofrecido a través de los comentarios de éste nuestro blog, y escuchamos algunos acordes de guitarra eléctrica, y también algo de ruido :P, todo ello bien aderezado con una más que agradable conversación.
Desde aquí dar las gracias a todos los que pudieron y quisieron asistir a esta genial iniciativa, y en especial a la persona que no sólo se encargó de organizarla sino también de que todo fuera siempre sobre ruedas. Ojalá ésta sea sólo la primera de muchas otras. Curiosa o paradójicamente, les echaba de menos.
lunes, 3 de agosto de 2009
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2 comentarios:
David, me alegro que se lo pasaran bien el sábado. Tus palabras me sonrojan :). Si la jornada fue un éxito se debe sin duda a los asistentes y no al anfitrión.
Por cierto, después de tomarte el Nespresso ¿has notado que ya te vas pareciendo más a Goerge Clooney? ¿O son cosas mías?
Sin el anfitrión no hubiera habido visita ni asistentes, y con eso queda todo dicho.
En cualquier caso, y sin que sirva de amenaza, pensamos repetir, con algo de compañía bloguera... ;o)
Ahh! por cierto, lo mío no hay nespresso que lo arregle... :P
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